
A pesar de su estado parapléjico ayer Clinton Maylle (14) despertó con una sonrisa. Después de cinco meses sin poder mover las piernas luego de ser agredido por un compañero de colegio, la esperanza de volver a caminar regresó a él cuando supo que el Sistema Integral de Salud (SIS) cubriría los costos de su operación y rehabilitación, imposibles de costear por su modesta familia. Aun con ese consuelo, Clinton ya forma parte de las estadísticas que revelan el nivel de violencia física y psicológica entre escolares, llamada también ‘bullying’. Vivian Landázuri es presidenta de la Asociación Convivencia en Paz (Cepaz) y trabaja en la prevención del abuso desde el 2009. Ella considera que el caso de Clinton cumple las cuatro características del ‘bullying’: fue intencional, el agresor hizo valer su diferencia de poder, la violencia fue sistemática (Clinton era insultado y discriminado por sus compañeros mucho antes de recibir golpes) y fue a espaldas de los adultos (saliendo del colegio). “Los maestros ignoran el problema, o no le prestan la debida atención”, señala.