Pablo Pari Huanca (26), después de beber licor 2 días seguidos, cogió un cuchillo de cocina de 20 centímetros y lo incrustó en el abdomen de su suegra y en contados minutos la mató, porque doña Teresa Ccama Machaca (52) le increpó que si seguía con su conducta irresponsable, le quitaría a sus hijos de 5 y 7 años. Ahora el individuo está arrepentido pero ya es demasiado tarde. La víctima fue atacada a las 21.00 horas en el frontis de su propia casa ubicada en el A. H. Cerrito de Huacsapata, comité 3, manzana U, lote 13, por su yerno, quien es albañil con ocasionales trabajos y tenía todo el apoyo de la señora Teresa, solo por ser pareja de su hija Vilma Condori Ccama (23), quien también recibió un corte penetrante en el abdomen y otro en el tórax sufriendo traumatismo abdominal abierto, quedando hospitalizada en el piso 4 del Honorio Delgado. Los numerosos testigos vieron cómo el iracundo asesino atacaba a las dos indefensas mujeres, madre e hija, que aterradas gritaban pidiendo auxilio. El secretario general del asentamiento, Francisco Alférez, declaró a Correo que los dos hijos de la pareja Joselyn (07) y Jhon (05) tocaron su puerta asustados diciéndole que estaban pegando a su mamá, pero en el suelo estaba junto a su puerta, sin vida, la vecina Teresa, quien aún herida se había arrastrado 8 metros hasta la vivienda del dirigente.
